sábado, 11 de enero de 2014

Los drones sobrevuelan nuestra lengua.



En los últimos tiempos hemos oído hablar bastante del uso de vehículos aéreos controlados remotamente con distintos usos (mensajería, vigilancia, ayuda en la extinción de incendios). Para referirse a estos artilugios se emplea la palabra dron, que es la adaptación a la fonética castellana de la forma inglesa drone, aunque en un principio esta palabra se utilizaba para designar aparatos de semejantes a los aviones y cuyo uso se limitaba al militar.

Como todo neologismo, pasa por sus épocas de adaptación al castellano y desata dudas a la hora de escribirlo correctamente. Si optamos por seguir usando la forma inglesa (drone) tendremos que escribirlo entre cursivas o entrecomillarlo. Si, por el contrario, nos decantamos por la forma recomendada y adaptada dron, entonces no será necesario marcarlo.

Por ello son incorrectos los siguientes titulares:













Mientras se usa la forma correcta en los siguientes casos (curiosamente, el primero
de ellos es del periódico el Mundo que, aproximadamente un mes después de publicar el titular anterior, subsanó el error)





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